Impresiones sobre el primer año de la Casa de ADIUNT
Así como se abren puertas y ventanas para que entre el aire, el sol, las voces de la gente, los ruidos de la calle; la vida que circula, se cuela y se muestra en todas sus formas, así ADIUNT abrió las puertas de su casa un viernes 30 de abril. Con apenas unas pocas cosas, fuimos construyendo un espacio de expresión, de encuentro de colegas y de ideas.
Por la puerta entraron cuadros, grabados, fotografías, algún blues melancólico, tangos nocturnos, letras y música latinoamericana. Y entraron amigos.
Alguien puso la mesa. Alguien lavó las copas.
En la casa vimos al Quijote y a Sancho a la luz de las velas; vimos la emoción del compañero que muestra su obra, los rostros áridos de argentinos de La Puna y hasta un caballo de acuarela paseándose, casi transparente, entre el murmullo y las plantas de la casa.
Escuchamos poemas y relatos, aprendimos historia, discutimos ideas, echamos a andar libros que seguirán su camino.
Con apenas unas pocas cosas, impulsados por un profundo sentido de proyecto colectivo nacido del deseo y la utopía, entre todos fuimos delineando éstos, los primeros rasgos de la Casa de ADIUNT, los viernes, casi a medianoche.
A la hora del fuego y de los rezos.
Mariela Maidana- Ciencias Exactas.