RESULTADOS DE LA 1° ENCUESTA «ENSEÑANDO EN ÉPOCA DE PANDEMIA» DE ADIUNT A LA DOCENCIA DE LA UNT
Un esfuerzo enorme para sostener un vínculo con los estudiantes y mucho temor porque la virtualidad potencie la deserción estudiantil
Con estos dos conceptos podrían resumirse las conclusiones de la Encuesta que ADIUNT propuso para conocer las condiciones en las que la docencia universitaria está viviendo la cuarentena obligatoria y la modalidad de clases virtuales que planteó la UNT. Participaron de esta primera encuesta casi 500 docentes, una muestra representativa de las 13 facultades y de las 8 escuelas preuniversitarias.
“Enseñar en tiempos de pandemia” se diseñó para conocer las sensaciones y preocupaciones de las y los docentes a 15 días de haber comenzado la suspensión de la actividad presencial en la UNT. Las respuestas de la docencia, que se recibieron entre el 5 y el 18 de abril, dan cuenta de la enorme preocupación que provocaba la educación virtual: el 83% no cree que pueda reemplazarse la presencialidad.
La principal preocupación pasa por la enorme cantidad de alumnos que no logran sumarse a la virtualidad, ni aún en los casos en los que esta es “flexible” o presentada como un medio para mantener el contacto: de casi 1000 estudiantes inscriptos en algunas materias del ciclo básico de FACET, solo participa el 30 o 40%; y esto se repite en otras facultades: de 300 alumnos de los ciclos de iniciación, en Ciencias de la Educación (FyL) participan menos de 100. Los estudiantes ven dificultada su participación y los docentes no logran comunicarse con ellos.
En el nivel preuniversitario, los comentarios son coincidentes y preocupantes. La participación estudiantil es dispar y a ello se suma la preocupación sobre la efectividad de los procesos que los docentes estamos desarrollando. La mayor parte, no tuvo capacitación previa en enseñanza virtual y tampoco cuentan la mayoría de las escuelas con un sitio virtual unificado. Tal es la escasa preparación de la UNT como institución para una enseñanza virtual.
Las preocupaciones de los docentes abarcan, además, un sinnúmero de problemas, desde el funcionamiento deficiente del servidor de UNTvirtual y de los servidores propios de algunas facultades, donde se encuentran alojadas gran parte de las más de 3000 aulas virtuales que los docentes diseñaron y pusieron a punto, hasta la privacidad y seguridad de los grupos de Zoom y WhatsApp.
Condiciones laborales
La encuesta expresa que más del 65% de los docentes tiene que compartir espacios con otros integrantes de su familia para poder trabajar. Solo el 23% de los preuniversitarios y el 30% de los universitarios cuentan con espacio adecuado (luminoso, silencioso, aislado) para hacer sus labores. Hay 15% que directamente carece de cualquier posibilidad de espacio para trabajar desde sus hogares.
Por otro lado, solo el 34% de los docentes preuniversitarios y el 36% de los universitarios tiene los recursos tecnológicos para trabajar sin necesidad de compartir o articular con sus familias. El 95% compró esos recursos de sus bolsillos y en muchísimos casos, esas computadoras personales son modelos viejos y desactualizados y no admiten la instalación de algunas aplicaciones.
En cuanto a la dedicación a la tarea docente desde nuestras casas, el 47% de los docentes preuniversitarios y el 22% de los universitarios admite estar trabajando más horas de las que corresponden a su dedicación. Sabido es que la preparación de materiales didácticos específicos para la virtualidad (diseño, búsqueda y elaboración) y la atención de correos, foros y mensajes de estudiantes es un trabajo que lleva muchas horas. Una de las preguntas de la encuesta apuntaba a elegir una frase que represente este tiempo excepcional de trabajo. Las más elegidas fueron:
- Interrumpo mi tarea docente con tareas domésticas y de cuidado impostergables
- Estoy trabajando más horas que las habituales según la dedicación de mi cargo
- Trabajo la misma cantidad pero en horas del día inesperadas.
- No logro cortar la docencia y desconectarme.
Estas respuestas señalan, ya en el inicio de la tarea docente en virtualidad y a pesar del enorme compromiso de la docencia puesto en ella, un agotamiento psíquico ante esta situación que también hay que atender.
Es claro que hay que discutir urgentemente las condiciones en las que se están dando estas clases virtuales, pero la UNT se ha negado a convocar la paritaria docente local. Ha actuado de facto, violando el CCT e incluso la reglamentación nacional sobre el trabajo remoto en cuarentena. Desde la ADIUNT le hemos reclamado, en reiteradas oportunidades, que convoque a la paritaria, y llegamos a presentar un reclamo formal en el Ministerio de Trabajo por mala praxis laboral.
Los datos de la encuesta expresan también una gran diversidad de opiniones sobre qué hacer con las clases virtuales. Si bien solo el 8% cree que puede reemplazar de algún modo a lo presencial, un 31% piensa que puede ayudar a acortar los cursados posteriores. Un 11% de los preuniversitarios y un 20% de los universitarios creen que es conveniente NO dar clases virtuales de ningún modo pero diagramar estrategias para el momento en el que se pueda volver a las aulas.
Con el correr de los días va quedando claro lo que venimos planteando desde ADIUNT desde un comienzo: que la virtualidad forzosa lleva a una mayor deserción y a una mayor precarización laboral de los docentes. Llamamos al conjunto de la docencia y al movimiento estudiantil a una lucha en común por la duplicación del presupuesto universitario, por reprogramaciones decididas democráticamente, porque sesionen los órganos deliberativos donde tanto docentes como estudiantes y no docentes tenemos representación, por internet y datos gratis para educación (en todas las plataformas), por la plena vigencia del CCT y de las licencias especiales. Llegado el caso de retomar cualquier tipo de presencialidad, exigimos protocolos de seguridad discutidos en paritarias.