Los docentes interinos de las escuelas experimentales de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) respiran aliviados: el consejo superior aprobó una resolución que contempla su regularización por cinco años, mediante una evaluación. Luego, podrán revalidar la regularidad por otro lustro, con una nueva prueba. Vencido el plazo, deberán concursar. La resolución sólo ampara a los docentes que fueron designados antes del 31 de marzo de 2008. Los que accedieron a sus cargos en calidad de interinos a posteriori de esa fecha deberán concursar.

La celeridad con que el máximo órgano deliberativo de gobierno de la UNT aprobó el proyecto contrastó con las extensas jornadas de debate que se llevaron a cabo durante la semana anterior. Los consejeros debatieron durante más de 10 horas, entre el martes y el viernes pasados, para tratar de consensuar. Si bien acordaron en general, se dieron diferencias que motivaron la presentación de tres proyectos, que se distinguían en lo que hace a la permanencia del docente de escuelas experimentales en su cargo.

Antes de que se vote, el secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt), Walter Díaz, solicitó la palabra. El cuerpo aceptó. «Así como en otra sesión dije que estábamos decepcionados, hoy digo que reconocemos el esfuerzo del consejo. Esto es un avance, queremos resolver el tema de manera definitiva; la carrera docente es el mejor de los instrumentos», afirmó. Su homólogo del Gremio de Docentes e Investigadores de la UNT (Gdiunt), José Luis Imain, también instó al cuerpo a reglamentar la carrera docente.

El consejo pasó a votar. El proyecto triunfador logró 25 votos. Segundo resultó la iniciativa de los consejeros de Franja Morada (FM) y última, la del consejero Facundo Arias (Movimiento Universitario Sur).

Los consejeros estudiantiles por FM Luis Fernando Pérez Vides y Martín Rivas solicitaron fundamentar su voto. «Estamos contentos porque se ratificó el ingreso a la docencia por concurso. La UNT es dueña de los cargos; no compartimos la cuestión de la estabilidad, porque la academia debe bregar por el desarrollo», dijo el primero. «Lo mejor es que el cuerpo decidió mantener los concursos; estos no son para que el docente revalide su cargo, sino para que llegue la persona más idónea. Debe haber estabilidad para todos los trabajadores, pero no para los docentes, porque la UNT debe garantizar que llegue el más idóneo», manifestó Rivas. El abucheo y la indignación de los educadores que presenciaban la sesión fue general.

Arias también justificó su voto. «El concurso no debe estar asociado a la lógica del mercado; la UNT debe garantizar la estabilidad laboral. La excelencia académica no se dicta por decreto: se logra con políticas que eliminen las actuales restricciones, para que más alumnos ingresen», afirmó. Y recibió el aplauso de los docentes.

Cerisola agregó que la semana que viene ya estará creada una oficina que se encargará de imprimir celeridad en la sustanciación de los concursos y de las evaluaciones en el ámbito de las escuelas experimentales de la UNT. «Porque, a decir verdad, muchas veces los directores no lo pueden hacer», reconoció.