Investigadores de la UNT crearon un producto que estimula la defensa de los cultivos
El trabajo fue registrado por la UNT ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial. Tres empresas agroindustriales quieren comercializar el producto.
El rector de la UNT acompañado por la directora de la Unidad de Negocios de nuestra Universidad (UNE), Andrea Guraib, recibió hoy en el Rectorado a un grupo de investigadores que trabajan en una novedosa invención, un producto de uso agroindustrial que sirve para estimular la defensa de los cultivos ante el ataque de plagas pero sin contaminar el ambiente, las plantas ni las napas de la tierra.
La Casa de Altos Estudios, a través de la UNE, presentó al solicitud de una patente en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INE). Guriab señaló que “desarrollamos una política de fomento del registro de la propiedad intelectual de nuestros investigadores, que constituyen el patrimonio intangible de nuestra Universidad”.
Los científicos autores del trabajo son Juan Carlos Díaz Ricci, Atilio Pedro Castagnaro y Sergio Miguel Salazar, quienes junto a las licenciada en Biotecnología Nadia Chalfoun y Josefina Racedo pertenecen al Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO) dependiente de la UNT y del Conicet.
Detalles del invento
El invento fue creado a partir de una proteína aislada de un hongo patógeno de plantas que sirve para proteger los cultivos de las plagas y al mismo tiempo no genera daños en las plantas ni en el ambiente-
“Las pruebas se realizaron aplicando la proteína (o principio activo) extraída del hongo (Acremonium sp.) en cultivos como la frutilla y de ese modo, se desencadenó una respuesta de defensa en la planta que conduce a que la misma no se enferme o lo haga en una manera que no afecta a la calidad y al rendimiento del cultivo”, explicó Atilio Castagnaro, uno de los investigadores.
Finalmente afirmó que “este nuevo tipo de productos, que permite un manejo sostenible de plagas, malezas y enfermedades en la agricultura, tienen un mercado creciente en el plano nacional e internacional”.
Por su parte, Andrea Guraib de la UNE, señaló que “esta patente puede constituirse en la base de un desarrollo tecnológico tendiente a mejorar la agronomía del cultivo de la frutilla y generar de este modo beneficios económicos a los productores y trabajadores, pero al mismo tiempo reducir el uso de agroquímicos de síntesis que afectan negativamente a la salud humana y ambiental”.
Agregó que los investigadores ya comenzaron ensayos con empresas nacionales del sector agrobiotecnológico para producir en gran escala el “Inductor Fúngico” y formular un nuevo producto fitosanitario que pueda ser utilizado no sólo en cultivos hortícolas (los que se consumen en fresco como la frutilla) sino también en granos, cereales y otros cultivos extensivos.